La Biorresonancia trabaja con la propia emisión vibratoria del cuerpo generando impulsos eléctricos similares a las corrientes que se dan de manera natural en el organismo.
Cada trastorno que padecemos está asociado a una perturbación físico-energética y con el tratamiento se corrigen las frecuenciasque no están en armonía, con la finalidad de recuperar el equilibrio.
El dispositivo capta la imagen energética de la persona y se ajusta para interactuar con ella, proporcionándole la información que necesita para activar las funciones celulares alteradas, devolviendo el patrón de resonancia deseable.
El tratamiento se basa en principios de biofísica y biomecánica cuántica aplicada a todos los niveles del individuo, contemplándolo como un todo para restaurar la vitalidad del organismo y lograr su bienestar físico, mental y emocional.
A través de la Biorresonancia podemos tratar diferentes tipos de desórdenes y patologías tanto a nivel físico como psicológico.
Además, la terapia de Biorresonancia se puede realizar a distancia, por sub-espacio, de forma igualmente válida que si fuera en presencia, recibiéndola la persona cómodamente en su domicilio. El dispositivo es capaz de hacer una medición del campo electromagnético a distancia a cualquier persona, aunque se encuentre en otro pais.
El sedentarismo y la falta de ejercicio contribuyen a que el sistema circulatorio y linfático no funcionen correctamente.
Podemos mejorar adenopatías, linfedemas, linfangitis, problemas circulatorios como varices, Raynaud o arteriosclerosis.
Las situaciones estresantes de nuestra vida pueden somatizarse en forma de afecciones cutáneas.
Se pueden tratar erupciones, eccemas, dermatitis, acné o alopecia.
La acumulación de tóxicos del aire que respiramos, el agua que bebemos, productos de limpieza, cosméticos, tejidos, pesticidas pueden desencadenar alergias, ansiedad, irritabilidad, fatiga crónica, pérdida de memoria, problemas de piel...
Facilita y promueve la eliminación de toxinas del organismo.
A veces nuestro ritmo de vida nos provoca un mal funcionamiento del sistema digestivo, lo que nos impide asimilar bien los nutrientes que ingerimos, dando lugar a desequilibrios nutricionales. Entre otras cosas se puede mejorar gastritis, cálculos biliares, insuficiencia hepática, úlcera péptica, intestino permeable, candidiasis, estreñimiento, divertículos o intolerancias alimentarias.
Hay momentos en la vida en los que nos vemos desbordados por nuestras emociones.
Podemos tratar el estado de ánimo y las dificultades en el manejo de las situaciones, además de las depresiones estacionales.
El sistema endocrino mantiene el equilibrio químico y controla el funcionamiento de los distintos órganos liberando hormonas en el torrente sanguíneo. Podemos corregir desequilibrios endocrinos con niveles hormonales demasiado altos o demasiado bajos que pueden afectar al crecimiento, metabolismo, digestión, función sexual, fertilidad o estados de ánimo.
El paso de los años trae la relajación de los rasgos faciales y la disminución en la producción de elastina y colágeno.
Podemos reforzar los músculos de la cara, su elasticidad y textura, mejorando la apariencia de la piel.
El exceso deestímulos a los que nos vemos sometidos hoy en día, disminuye la atención y la concentración.
Podemos estimular el aprendizaje y la memoria con la consiguiente mejora del rendimiento escolar y profesional.
Un estrés elevado y mantenido en el tiempo puede llevarnos a padecer otras dolencias como migrañas, trastornos digestivos, insomnio o dermatitis.
Podemos equilibrar los hemisferios y las ondas cerebrales consiguiendo un beneficioso manejo del estrés.
¿Tienes dificultades para conciliar el sueño?, ¿descansas correctamente?,
¿te levantas cansado?
Reequilibrando tu organismo podemos modificar los factores que contribuyen a los trastornos del sueño.
Actualmente asistimos a un incremento en el número de enfermedades autoinmunes.
Entre ellas podemos mejorar alergias, intolerancias, lupus eritematoso, artritis reumatoide o esclerosis múltiple.
En el transcurso de los años se han incrementado el número de dolencias crónicas degenerativas.
Podemos frenar su avance y hacer más llevaderas enfermedades como la fibromialgia, fatiga crónica, espondilitis anquilosante, Alzheimer o Parkinson.
La contaminación atmosférica y el aumento de las alergias han hecho que se disparen las dolencias respiratorias.
Enfermedades como el asma, bronquitis o rinitis alérgica se ven ampliamente aliviadas con el tratamiento.
En ocasiones sufrimos accidentes con roturas o fisuras óseas y/o musculares.
Se puede acelerar la curación de fracturas óseas, mejorar la artritis, artrosis y osteoporosis entre otras afecciones del aparato locomotor.
Puedes regular y fortalecer tu sistema inmune con Biorresonancia.
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